expectativas elevadas
noticias, psicología

Consecuencias de sostener las creencias de las expectativas elevadas 60

  • No puedo aceptar ser el segundo que mejor lo hace, tengo que ser el mejor en todo lo que hago.
  • Tengo tanto que hacer que no tengo tiempo para relajarme.
  • Mi principal sentimiento es el de sentirme presionado en la vida.
  • Mis relaciones personales sufren porque me exijo demasiado a mí mismo.
  • Soy muy competitivo.
  • No me puedo relajar, divertir; siempre me estoy esforzando, compitiendo para triunfar.
  • Para mi la vida es hacer, la vida se reduce a trabajar o conseguir algún objetivo. Lucho y me presiono por ser el mejor en todo lo que hago, ya sea en la escuela, en el trabajo, en los deportes, en las aficiones, en el sexo. Tengo que tener la mejor casa, el mejor coche, el mejor trabajo, ganar el máximo dinero posible y parecer el más elegante y el más guapo…
  • Suelo tener síntomas físicos de estrés, como síndrome de intestino irritable, dolores de cabeza, presión arterial alta, úlceras, colitis, insomnio, fatiga, ataques de pánico, taquicardia, obesidad, dolor de espalda, problemas de la piel, artritis, asma…
  • Me siento constantemente frustrado e irritado por no satisfacer mis altas expectativas. Suelo estar enfadado y con ansiedad.
  • Lo que me da más ansiedad es el tiempo, tengo mucho que hacer y muy poco tiempo
  • Puedo estar deprimido por el vacío que siento. Creo que al final, alguno de mis logros me llenara de satisfacción, pero tal cómo enfoco, no siento placer.
  • Creo que si continúo esforzándome conseguiré la perfección. Aunque no me considere con el suficiente éxito, siento que estoy mejorando y cada vez más cerca de mi objetivo. Este sentimiento de progreso me mantiene esforzándome. Algún día me relajaré y disfrutaré de la vida.
  • La riqueza y la posición social son muy importantes para mí.
  • Me esmero en conservarlo todo en perfecto orden.
  • Todo gira alrededor del éxito, la posición social y los aspectos materiales. He perdido el contacto con la esencia de mi mismo y ya no se lo que en realidad me hace feliz
  • Paso demasiado tiempo haciendo listas, organizando, planificando, limpiando y reparando; y en cambio no paso suficientemente tiempo siendo creativo o dejándome fluir.
  • Pocas veces paro y disfruto de mis éxitos, simplemente me dirijo a mi siguiente objetivo.
  • Me siento muy irritado y frustrado porque mi entorno no satisface mis altas expectativas.
  • Las otras personas se sienten inútiles o nerviosas a mi alrededor porque se ven incapaces de satisfacer mis altas expectativas.
    Quiero la pareja perfecta. Puedo ser extremadamente crítico y exigente con mi pareja cuando no cumple con mis elevadas expectativas.
  • Tengo poco tiempo para pasar con las personas que quiero. No tengo tiempo porque estoy muy ocupado trabajando, poniendo mi casa en orden o avanzando en mi posición social. Pienso en un futuro donde haya cumplido mis objetivos y donde me podré relajar. Mientras tanto la vida pasa y yo estoy emocionalmente vacía.
  • El tiempo que paso con mis hijos estoy presionándolos y no me detengo a apreciarlos, lo que contribuye a su infelicidad.
  • Si tengo un gran proyecto puedo quedarme paralizada y ser incapaz de empezar. La demora es algo frecuente porque el nivel al que aspiro llegar es tan alto, que resulta agobiante. Puedo incluso dejar de funcionar porque no puedo soportar el pensamiento de tener que satisfacer mis altas expectativas otra vez.

 

En el próximo post aprenderás cuales son los 3 tipos de expectativas elevadas.