• Mientras me ocupo de los asuntos de mi vida estoy casi siempre preocupado por mis miedos exagerados. Puedo tener ansiedad generalizada y/o ataques de pánico.
• Soy muy consciente de las sensaciones físicas de mi cuerpo y me preocupo sobre lo que pueden significar.
• Me preocupo mucho por mi salud y por posibles enfermedades. Visito innecesariamente al médico.
• Necesito ser tranquilizado todo el tiempo, soy un pesado con mi familia.
• Me cuesta divertirme.
• Tengo preocupaciones irreales sobre si me voy a quedar arruinado. Esto me lleva a ahorrar el dinero innecesariamente y a no hacer cambios financieros o de profesión.
• Hago lo que sea para evitar el peligro de la delincuencia. Pej, evito salir de noche, visitar ciudades grandes, viajar en transporte público, mi vida es muy restringida.
• Evito las situaciones cotidianas que suponen un cierto nivel de riesgo, por ejemplo los ascensores, el metro…
• Siento demasiada ansiedad al viajar solo en avión, tren, etc.
• Necesito que mi pareja me tranquilice y que me ayude a evitar las situaciones que me dan miedo. Me vuelvo dependiente.
• Limito mi vida social porque mis miedos me impiden hacer muchas cosas que otras personas hacen.
• Restrinjo la vida de mi familia, pareja, que se ven obligados adaptarse a mis miedos.
• Estoy transmitiendo mis temores a mis propios hijos.
• Puedo tener síntomas obsesivo-compulsivos o pensamientos supersticiosos.
• Puedo depender de la medicación, el alcohol, la comida etc, para reducir mi ansiedad crónica.
• Mi ansiedad crónica me hace más propenso a enfermedades psicosomáticas. Pej, colitis, ulcera, gripe…

En el próximo post aprenderás sobre los diferentes tipos de creencias de vulnerabilidad.