• Las personas que se sacrifican, normalmente están más cómodas en el papel pasivo. Y algunos aprenden a enfrentarse a este sistema de creencias a través de la compensación. En lugar de someterse hacen lo opuesto, y se vuelven agresivos y dominantes. Usan la rebelión.
• Los rebeldes se comportan como si sólo ellos tienen necesidades y son importantes. Pero en su interior sienten que son poco importantes, y que las otras personas les controlan e intimidan.
• El sentimiento de ira esta a flor de piel.
• Luchan en contra de la autoridad, y tienen una gran dificultad en tolerar el control externo (sugerencias, órdenes, presión).
• Suelen tener enfrentamientos con los padres, nunca dejan atrás esta clase de conflictos, lo que no les permite asumir un rol adulto. Siguen siendo adolescentes rebeldes, persiguiendo los intereses profesionales o las relaciones que sus padres no quieren para ellos.
• No son más libres que las otras personas con creencias de sacrificio, ya que no eligen libremente a sus intereses, eligen lo opuesto a lo que el otro quiere que elija. Se puede ser tan esclavo de la rebeldía, como esclavo de la obediencia.

En el próximo post aprenderás sobre los orígenes de las creencias de sacrificio y sumisión.